Arturo Jáuregui trabajó en todo tipo de empleos para pagarse los estudios, hasta que pasó gran parte de los años setenta como asistente jurídico prestando servicios de inmigración en la comunidad de Pilsen. Tras estudiar Derecho, regresó a Chicago para seguir prestando servicios jurídicos y se reincorporó a la lucha por los derechos civiles.
Se desempeñó como Consejero Regional en el Fondo Mexicano Americano de Defensa Legal y Educación (MALDEF) y pasó 10 años luchando por los derechos civiles de los latinos. Como joven abogado, Arturo defendió un caso de educación bilingüe ante el Tribunal Federal del Tercer Circuito, que dio lugar a directrices federales que establecían la educación bilingüe en Illinois. En 1990, fue el principal abogado y arquitecto en un caso federal de derecho al voto que resultó en la creación del primer distrito congresional latino de los Estados Unidos en el Medio Oeste. Arturo también testificó ante el Congreso de los Estados Unidos en apoyo de leyes de inmigración justas.
En 1995, Arturo dio vida a Jáuregui y Asociados. Desde entonces, han ganado muchos acuerdos multimillonarios a favor de los demandantes.